¿Es posible vivir de la creatividad sin traicionarte? ¿Se puede hacer del arte un oficio sin renunciar a la autenticidad? Estas son las preguntas que atraviesan el episodio #20 del podcast de Lleida Emprèn, en el que conversamos con Albert Bonet Florensa, artista visual, ilustrador, comunicador y, ante todo, una voz valiente dentro del mundo creativo.
Albert nos abre la puerta a su proceso vital y profesional con una honestidad poco habitual. No busca impresionar, sino compartir. Su historia es una prueba viva de que emprender desde la cultura también es posible, y que el equilibrio entre vivir de lo que amas y no “venderte” no solo existe: se puede construir paso a paso.
Un artista con mirada crítica
Albert Bonet es una de esas personas que no se deja llevar por la corriente. Desde muy joven sintió que el arte era su lenguaje natural, pero también entendió que vivir de ello implicaba navegar por un mercado que muchas veces premia lo superficial.
En lugar de adaptar su estilo a lo que se vende más rápido, ha apostado por ser coherente con su visión. Lo suyo es el trazo con sentido, la ilustración que piensa, la creatividad que denuncia, que invita a parar y reflexionar.
Con el paso del tiempo, ha logrado construir un camino en el que puede vivir de su arte sin convertirlo en producto vacío. Su fórmula no es mágica, pero sí profundamente humana: constancia, valores, y una comunidad que le cree.
El camino no lineal de emprender desde el arte
Durante la entrevista, Albert explica que su trayectoria no ha sido una línea recta. Como muchos creadores, ha trabajado en otros ámbitos, ha tenido momentos de duda, y ha vivido de cerca la tensión entre “hacer lo que me gusta” y “pagar las facturas”.
Pero en cada paso ha ido afinando el equilibrio. Con proyectos propios, encargos éticos, talleres y colaboraciones que respetan su estilo, ha demostrado que es posible crear un modelo de vida donde el arte no se explota, sino que se comparte.
No le interesan las cifras ni los likes. Le interesa el impacto real, el diálogo que se genera a través de sus ilustraciones. Su objetivo no es “hacerse viral”, sino generar pensamiento crítico y belleza con propósito.
Comunicación con alma
Albert no solo dibuja. También comunica. En redes sociales, en charlas, en proyectos colectivos. Tiene la habilidad de explicar procesos internos y sociales con una cercanía que conecta. Y eso lo ha convertido en algo más que un ilustrador: es un creador de relatos desde la sinceridad.
Uno de los puntos más potentes del podcast es cuando habla de la diferencia entre “hacer contenido” y “hacer obra”. En un entorno dominado por la rapidez, él defiende el derecho a crear lento, con criterio, sin ruido.
Esta forma de comunicar lo ha llevado a conectar con personas que no solo compran sus obras, sino que se sienten parte de su camino. Porque lo que transmite no es marketing: es verdad.
La importancia del entorno
Albert también destaca la importancia de su entorno, tanto personal como profesional. Amigos, compañeros del sector cultural, espacios creativos… Todos han formado parte de un proceso de crecimiento que no se entiende solo desde el individuo.
En su relato hay gratitud y conciencia de red. Ser artista emprendedor no es ser un lobo solitario: es construir alianzas que cuidan el arte, que lo hacen sostenible sin perder sentido.
Y esa es una de las claves de su historia: ha sabido rodearse de gente que le respeta y que entiende que vivir del arte no debería suponer vender el alma.
Cultura y emprendimiento: una alianza posible
A través del testimonio de Albert Bonet, este episodio de Lleida Emprèn lanza un mensaje muy necesario: la cultura también es emprendimiento. Y lo es cuando se construye con valores, cuando no se renuncia a la identidad creativa, cuando se genera valor más allá del dinero.
Muchos artistas jóvenes sienten que tienen que elegir entre “ser puros” o “ser rentables”. Albert rompe esa dicotomía. Su experiencia demuestra que se puede emprender sin uniformarse, sin caer en la lógica de los números vacíos.
¿Es más lento? Sí. ¿Es más difícil? También. Pero es más digno, más sostenible y más coherente con quien eres.
Inspiración para quien crea desde dentro
Este episodio es especialmente valioso para quienes están emprendiendo desde disciplinas creativas: arte, diseño, música, ilustración, escritura…
Albert pone sobre la mesa lo que muchas veces se calla: la precariedad, la autoexigencia, la comparación constante. Y, al mismo tiempo, ofrece luz: una forma de hacer camino con paciencia, autenticidad y sentido.
Su historia inspira no por espectacular, sino por real, serena y honesta.
Conclusión: seguir creando sin dejar de ser uno mismo
Albert Bonet Florensa no es solo un artista que vive de lo que ama. Es una prueba viviente de que emprender desde el arte también es emprender con valores. Que el talento necesita estructura, pero también cuidado. Y que no hay mayor éxito que poder mirar atrás sabiendo que no te has traicionado.
Desde Lleida Emprèn nos sentimos orgullosos de dar voz a proyectos como el suyo: personales, potents i amb ànima.
Porque vivir del arte sin venderse no es solo posible. Es necesario.